Uno de lo tres pilares fundamentales del Método Montessori es el ambiente preparado.
El niño absorbe a través del ambiente que lo rodea, y si este está dispuesto para facilitar la autonomía, el juego y el aprendizaje entonces vamos por buen camino.

El ambiente Montessori es un lugar amplio y abierto, ordenado, estético, simple, “real”, donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo del niño.

La libertad y la autodisciplina hacen posible que cada niño encuentre actividades que dan respuesta a sus necesidades evolutivas.

El Ambiente preparado ayuda al niño a desarrollar:

Independencia

El ambiente está preparado de manera que el niño logra desarrollar sus niveles de independencia de manera espontánea, así éste se da cuenta de sus poderes y habilidades y su autoestima se eleva automáticamente.

Límites

Los límites están sumamente bien colocados, pero para el niño son invisibles en forma de alfombras, colores y líneas. Esto ayuda a que el alumno pueda respetar las reglas del salón de manera automática y con gusto. Permite al niño desplazarse y elegir su actividad en tanto su libertad no interfiera con la de los demás.

Pertenencia

Se le permite al niño participar en el cuidado del ambiente y así él adquiere el sentido de pertenencia.

Orden

El orden es muy importante dentro de nuestros ambientes ya que el niño necesita puntos de referencia para que la exploración, comunicación y relaciones sociales se den espontáneamente. El orden y distribución del material permite al niño desarrollar un ejercicio completo y si es posible de mayor grado de dificultad.

Para preparar el ambiente y fomentar la curiosidad innata del niño por aprender, los salones Montessori se dividen en cinco áreas bien diferenciadas para que el niño pueda explorar sus intereses:

  • Área de la Vida Práctica
  • Área Sensorial
  • Área de las Matemáticas
  • Área del Lenguaje
  • Área de cultura general

Hasta acá todo lo escrito se refiere al ambiente preparado en una escuela Montessori, pero la buena noticia es que lo podemos hacer también en nuestros hogares!

Ambiente Preparado Montessori en casa

Lo principal e imprescindible es el ambiente afectivo que rodea al niño, es importante contar con un clima de respeto, armonía, amor, ORDEN (no de que todo esté guardado solamente sino de exista un orden de vida, una coherencia entre las partes) y sobre todo dar Ejemplo, nuestras acciones siempre dicen más que nuestras palabras.

Es muy importante que tengamos claro que nuestro Hogar no es la Escuela, en casa va a ser adaptado a cada niño, a cada familia, y al espacio con el que contemos.

5 Claves 

ORDEN

El orden es básico, tener orden externo nos ayuda a tener orden interno. Deja al cerebro libre, a la mente despejada para ocuparse del aprendizaje.
Es importante que cada cosa tenga su lugar y aunque rotemos los materiales, buscar respetar las áreas. Si destinamos un espacio a vida práctica organizarlas siempre en ese espacio. El orden aporta seguridad al niño.

BELLEZA Y TRANQUILIDAD

Estamos bombardeados continuamente con la idea de que para que algo sea infantil debe ser de colores fuertes, los espacios deben tener alfombras chillonas, muebles de plástico y paredes con dibujos.
Es que acaso el mundo no es suficientemente interesante? Cuántos colores y dibujos tiene una pieza de madera?
El estímulo lo tienen que producir los materiales con sus propiedades, colores, y su belleza. Lo ideal es que el ambiente sea neutro, cálido, acogedor y tranquilo, para que el niño se pueda concentrar.

MENOS ES MÁS

Hace unos días una Mamá me comentó que no lograba encontrar un juguete que captara la atención de su hijo a pesar de que su casa estaba llena de ellos.
Tener un espacio despejado y con un número concreto y ordenado de materiales ayuda a despejar y ordenar la mente del niño, aporta valor y protagonismo a cada objeto.
Cuando hay muchos y muy amontonados se ven como uno solo en la mente del niño.
Para esto la clave es rotar, tener pocos y que respondan a los intereses reales del niño, no a lo que nosotros quisiéramos que le interese.

CAMBIANTE

No es lo mismo un salón Montessori donde hay niños de diferentes edades y todos los materiales están al alcance de todos, donde los muebles están diseñados para el niño y el ambiente está cien por ciento preparado para el aprendizaje, que un hogar, donde los adultos y los niños formamos una familia y las dinámicas responden a todos los miembros de esta. Por ejemplo si una familia tiene como interés común la Música lo ideal sería que el niño se contagie de esta pasión y que cuente con su propio espacio de música. En casa nos debemos adaptar a los intereses particulares del niño y al espacio con el que contamos, y en este punto la clave también es rotar, ofrecer estímulos acorde a la evolución de los intereses del niño.

INCLUSIVO

La casa es de toda la Familia, los niños suelen ser recluidos a SU espacio, un espacio que los adultos determinamos que le pertenece, llámese salón de juegos, cuarto o rincón infantil, pero la realidad es que debemos entender que toda la casa les pertenece, tanto como a nosotros. No tengamos miedo a “perder terreno”, hagamos que cada espacio de la casa sea un lugar apropiado para todos los miembros de la familia.
Lo ideal es que el niño se pueda integrar a la rutina familiar de forma autónoma y activa.
Por ejemplo: nosotros en casa comemos en la mesa ratona, entonces Julia siempre comió en una sillita baja a la mesa y nunca hubo necesidad de una silla de comer con patas.

Tips para lograr nuestro ambiente preparado

Establecer normas, pocas y sencillas:
  • El material se trata con cuidado y respeto
  • Antes de sacar otro material guardamos el anterior
  • Si algo se rompe o se ensucia trataremos de repararlo y/o limpiarlo juntos (el niño tiene a su alcance herramientas que le permitan limpiar o recoger cuando sea necesario).
Retirar todo lo que sea peligroso

Tanto lo que se considere que no deba estar a su alcance como aquello que no esté siendo usado por el niño adecuadamente (significa que no está preparado aún para ese material).

Visualizar la casa a su altura

Recorrer la casa gateando en lo posible y pensar en soluciones que permitan al niño realizar sus rutinas diarias sin la necesidad de pedir ayuda (lo cual no significa que se la neguemos).

Ordenar por tema

Por ejemplo, un espacio para juego simbólico, otro para juego sensorial, otro para vida práctica. Aunque roten los materiales, mantener las zonas.

Todo se presenta contenido

Cada actividad tiene su propia bandeja o canasto, esto la individualiza, limita la actividad y facilita al niño poder sacarla o guardarla de forma autónoma.

Rotar

Dedicar un rato cada dos o tres semanas para retirar aquello que no represente interés.

No tener miedo a los cambios

El ambiente preparado de un niño tiene que ir evolucionando junto a él, para que responda a sus necesidades y lo estimule. Esta es la clave fundamental de un buen ambiente preparado Montessori en casa.

Y finalmente tener presente que además de un ambiente preparado es necesario un adulto preparado, es necesario leer, prepararnos y sobre todo observar!!! para no ser un obstáculo y darle la oportunidad de intentar sus propios retos, manteniéndonos cerca pero confiando ampliamente en sus capacidades.

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